
Corría el año 1987. Tras pasar horas mendigando, Saroo se quedó dormido junto a su hermano en un tren que supuestamente debía llevarlos de vuelta a casa.
No sabían que habían tomado el convoy en la dirección equivocada, se durmieron y despertaron diez horas después sin saber donde se encontraban ni cómo volver.
Se separó de su hermano, quien acabaría falleciendo, y pasó un mes deambulando por estaciones y calles, tiempo en el que casi se ahoga en el río Ganges y en el que un hombre intentó secuestrarlo para venderlo como esclavo.
Finalmente fue hallado por las autoridades y fue declarado «niño perdido».
Poco después fue adoptado por una pareja australiana que se lo llevó a vivir a la isla de Tasmania. Allí creció y se educó sin olvidar sus orígenes.
Gracias a internet
«Utilizaba Google Earth, pasaba horas y horas, haciendo zoom en busca de algo que puduera reconocer»
Saroo Brierley
Según informan medios locales, Saroo pasó 10 años buscando su pueblo en internet.
«Utilizaba Google Earth, pasaba horas y horas, haciendo zoom en busca de algo que pudiera reconocer», contó Saroo al diario The Tasmania Mercury.
Se acordaba de la estación de tren de Khandwa y de sus alrededores, y la buscó hasta que finalmente la encontró en Google Earth.
Según The Tasmania Mercury, Saroo se unió a un grupo de Facebook de su ciudad natal, Talai Ganesh, y logró juntar los detalles de su historia comunicándose por correo electrónico con los miembros del grupo.
Tras tener la certeza de haber encontrado a su familia, reservó un billete de avión y se fue a la ciudad donde nació.
Cuando se reencontró con su madre, esta le contó que lo había buscado sin cesar y que consultó a un adivino que le aseguró que algún día volverían a reunirse.