Adriano Espaillat y las malas artes en las primarias demócratas
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EL PUPILO.- La campaña tuvo un componente étnico, e igual el voto. A Rangel lo apoyaron mucho en Harlem y a Espaillat en el vecindario en que habita una mayoría de dominicanos. El elemento afroamericano fue decisivo y no hay dudas de que este grupo temió que fuerzas emergentes fueran capaces de dar al traste con el largo reinado de Rangel. David Paterson, un ex gobernador de Nueva York, denunció en un artículo en el Daily News “el intento por socavar el poder de los votantes ordinarios en el alto manhattan”. Una verdadera jugada sucia, ya que lo que procuraba era sembrar cizañas y presentar a Espaillat como una mampara del Tea Party, un movimiento político de mucho éxito entre los republicanos. Mencionar Tea Party entre demócratas es ganarse su mala voluntad, y ese y no otro era el propósito de Paterson, que buscaba de ese modo ayudar a su congénere Rangel. Es decir, que los afroamericanos usaron malas artes contra el dominicano, y si lo hicieron, fue porque vieron el peligro que se cernía sobre su pupilo…
EL LEÓN.- Como expliqué en una entrega anterior el Distrito 13 fue casi una creación, puesto que hicieron una ampliación y se incluyeron nuevos territorios. La disputa que se originó fue a parar a los tribunales, que se tomaron más tiempo del debido y vinieron a fallar en marzo. Fue entonces cuando Espaillat decidió participar, ya que actualmente es senador estatal y su mandato vence en noviembre. Tuvo, por tanto, doce semanas para llevar a cabo su campaña frente a un Rangel que ocupa la posición desde el l970, y que tiene 20 períodos aspirando y ganando en el distrito original, de donde salió el 13. Es decir, que siempre estuvo listo como candidato, con sus voluntarios, su banco de datos, sus fondos de campaña, etc. Como ocurre en el boxeo, también en política el campeón lleva ventaja. Con pensar que le dicen El León (The Lion ), que es un sobrenombre que hace idea a los dominicanos de la isla, ya que recuerda al presidente Leonel Fernández en eso de ganar elecciones seguidas. Ahora, cuando en el último conteo se da cuenta de que la diferencia fue de un 2,8, la gente se pregunta ¿Cómo Espaillat logró esa hazaña?…
FALLAS.- A Espaillat le afectó la alta abstención, pues entre un 15 y un 20 por ciento de los demócratas registrados acudió a votar. Además, obtuvo unos 16 mil votos, que es una mínima, cuando el potencial en la zona era de 70 mil en calidad de elegir. Igual se habla de dislocación, una palabra que no tiene la misma connotación que aquí, pero sí el efecto. Se alega de personas que fueron a votar y no aparecieron en el padrón, y se dice que eso sucedió cuando el nombre era latino y se suponía que lo harían por el dominicano. También se afirma de otro engaño. De algunos que fueron burlados al conocerse su decisión firme de votar. Se les preguntaba que para dónde iban, y al responder que a las primarias, se les disuadía. Se les decía que las de ese día eran republicanas. A veces el dominicano se cree –electoralmente– lo peor del mundo y ocurre que donde quiera se cuecen habas. Hasta en la América todopoderosa y modelo de democracia. No obstante, el dominicano Espaillat quedó cerca, y la comunidad sueña ganar en el 2014.
Orlando Gil (LD)
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