A ese privilegio marítimo añade también el terrestre, pues comparte con Centroamérica la suerte de ser la unión de América del Sur y del Norte. Es decir, Panamá es el punto nodal de América por mar, por tierra y por aire, y está creando las condiciones para explotar al máximo esa cualidad. 


 Panamá (PL) Panamá es una franja larga y estrecha de terreno con montes fáciles de escalar y una espesa vegetación de árboles maderables, los cuales echan raíces entre el oro, el cobre y otros minerales, y se nutren de un petróleo que empieza a descubrirse ahora. Pero esa riqueza natural exagerada, complementada por caudalosos ríos y un régimen pluvial con lluvias nueve de los 12 meses del año, y tierras agrícolas espectaculares, empequeñecen ante el privilegio de que su estrecha geografía constituya el tramo más corto en el mundo entre el océano Atlántico y el Pacífico: apenas 80 kilómetros. 

 Esa condición geográfica permitió al presidente de la nación, Ricardo Martinelli, proclamar en una convención internacional de logística, que el activo más importante de Panamá, después de su pueblo, es la posición física ocupada entre ambos mares. A ese privilegio marítimo añade también el terrestre, pues comparte con Centroamérica la suerte de ser la unión de América del Sur y del Norte. Es decir, Panamá es el punto nodal de América por mar, por tierra y por aire, y está creando las condiciones para explotar al máximo esa cualidad. 

 Las condiciones de conectividad del país son probablemente únicas y, además, permanentes. Este país tiene la enorme ventaja de poseer un litoral en el Pacífico de mil 600 kilómetros de longitud con poco más de mil islas, y otros mil 300 en el Atlántico con 600 islas, lo cual le ha permitido desarrollar un sistema portuario nacional de 26 terminales, también casi único y con un gran sentido de especialización, es decir, puertos dedicados a cargas y materiales específicos. Tal ubicación geográfica, además, le ha posibilitado tener los puertos más grandes de la región y son, de hecho, el soporte de una logística multimodal siempre en crecimiento y desarrollo, capaz de atender y dar respuesta efectiva a las mayores exigencias del progreso tecnológico en todos los sectores. 

 La ampliación del Canal de Panamá, que permitirá el paso de un océano a otro a los mayores buques actuales y futuros, estimula la rápida extensión del sistema de puertos del país y obliga a los actuales a una constante modernización para dar respuesta a las necesidades de esos enormes barcos. En la VI Exposición Internacional de Logística, efectuada 11 y 12 de octubre, el presidente Martinelli anunció que se construiría un nuevo puerto gigantesco en Colón, el extremo Atlántico del Canal, y otras empresas están interesadas en otros dos, mientras en el lado Pacífico se abren perspectivas similares e incluso en la zona turística de Amador la Autoridad del Canal va a construir su propio puerto. 

 El tercer juego de esclusas de la vía interoceánica debe estar listo a más tardar el primer trimestre de 2015 -aunque el plan era el último de 2014- y para ese momento Panamá tiene que haber adecuado sus actuales tres principales puertos a los buques de gran calado que hoy no pueden ingresar al Canal. Martinelli explicó que parte de esos programas de ampliación están enfocados en atender la nueva demanda que viene con la puesta en operación del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá. 

La tarea es tremenda pero los ingresos del país se multiplicarán como jamás soñaron. Para que se tenga una idea, Panama Ports Company (PPC) reveló que en el puerto de Balboa (Pacífico) invierten por encima de 140 millones de dólares en la construcción de más de 20 hectáreas de patio para almacenar contenedores, así como en la adquisición de tres grúas pórticas superpostpanamax, 13 grúas pórticas de patio y equipo adicional de manejo de contenedores. En el Cristóbal, en Colón (Atlántico), PPC invierte otros 50 millones en la construcción de patio de contenedores y la infraestructura de conexión multimodales entre puerto y ferrocarril. Además, ha ordenado cinco grúas de pórtico adicionales para entrega en el 2013. Manzanillo International Terminal (MIT), el otro coloso de Colón, también reportó que realiza un programa de inversión dentro de su plan maestro de cerca de 300 millones de dólares. Este incluye construcción de muelles para portacontenedores, grúas pórticas superpostpanamax, construcción de área adicional de patio para almacenaje de contenedores, equipo para manejo de contenedores en el patio y tecnología de punta, adicional a los trabajos para profundizar el acceso del Terminal a 16.5 metros. A ese desarrollo portuario, que con su gigantesca Zona Libre de Colón configura a Panamá como la Fenicia de la era moderna, le corresponde también una expansión y modernización de su terminal aérea de Tocumen, para convertirla en lo que el presidente Martinelli denominó Ciudad Aeroportuaria.

 La obra de ampliación comenzará este año con la construcción de la Terminal Sur hasta ahora con un valor aproximado de 650 millones de dólares. Juan Carlos Pino, gerente general, dice que está sembrando las bases del nuevo futuro del negocio de aviación, logística y turismo de Panamá. Con los planes se espera consolidar al aeropuerto como el Hub de las Américas, un paso fundamental para desplazar al Aeropuerto Internacional de Miami, el objetivo máximo que se ha impuesto Panamá. El aeropuerto de Tocumen debe enfrentar algunos retos que van desde modificar su estructura, mejorar los servicios críticos de migración y aduanas y aumentar el abastecimiento de combustible hasta adquirir una nueva máquina de incineración de basura y modernizar las tecnológicas para reducir el peligro aviar, señala su director. De hecho, de lo que se trata es de construir un nuevo aeropuerto supermoderno en la parte sur del actual y conectarlo a ambos mediante un túnel o un puente, o ambos incluso. Fosters and Partners, compañía que diseñó los aeropuertos de Hong Kong y Beijing, ya presentó el modelo de la terminal sur, la cual tendrá forma de stealth (el avión invisibleâ de los Estados Unidos) y contará con 82 mil metros cuadrados, casi 20 mil metros cuadrados más grande que la actual. Tendrá tres niveles: el primero, para los controles de migración y aduanas, el segundo, para los pasajeros de salida y el tercero, para las oficinas del aeropuerto. Su novedoso diseño consolidará al Hub de las Américas como el aeropuerto icónico de la región. Además se construirá un bulevar de cuatro sendas para conectarlo con autovías vecinas y facilitar así la llegada a la terminal en horas pico. Habrá una tercera pista de aterrizaje y se canalizará el río Tocumen para evitar inundaciones.

La empresa brasileña Norberto Odebrecht será la constructora del complejo que incluirá una nueva área de migración y aduanas y 20 puentes de abordaje. Además tendrá modernas innovaciones que consolidarán al Hub de las Américas, y 66 puertas de embarque. Aparte de la Terminal Sur, el 15 de noviembre saldrá a licitación la ciudad aeroportuaria conformada por un hotel, centros de negocios, bodegas, oficinas y un hospital para promover el turismo de salud, de manera que pacientes de América Latina puedan ir a Panamá a utilizar los servicios médicos en especialidades ambulatorias y ese mismo día regresar a sus casas, explicó el mandatario. Dentro de ese gran esquema se inscriben importantes programas de telecomunicaciones para la ampliación de la banda ancha y avanzar hacia la creación de una ciudad capital wifi en un Panamá sin papel, como reza la propaganda. Lo más importante es que todos los planes mencionados ya están en ejecución. *
Corresponsal de Prensa Latina en Panamá.